top of page
Featured Posts

Los seres solares



Simón guía a Rebeca hasta llegar a una zona donde los médanos crecen altos; era lunes, no había mucha gente en ningún lugar de la playa, de todos modos. La arena se pega en los tobillos de Rebeca, granito por granito. Simón tiene que partir al día siguiente, disfrutan del quizás último día juntos. Era un crimen no hacerlo.


Tiene muchísimo miedo al barco, al océano o a lo que encuentre en la otra orilla. Pero en ese momento no quiere pensar en eso, no puede pensar en eso. Sólo quiere quedarse detenido en ese momento, mientras ella bajaba por los médanos hasta el mar: la luz dorada del atardecer, delante de sus ojos, la pura libertad de dos seres solares.


Anochece, y dejan de verse.


Recent Posts
Archive
Search By Tags
Follow Us
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page